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«Ni más asfalto, ni más crecimiento, ni más especulación». Cerca de doscientas cincuenta personas se manifestaron ayer a mediodía en contra del Pla de Carreteras del Consell de Mallorca que se aprobará de forma definitiva antes de que acabe el año. La marcha discurrió pacíficamente por el lateral de la carretera general que une Selva y Caimari.

Colectivos ecologistas, sindicales y plataformas ciudadanas, se han sumado a la campaña iniciada en diciembre de 2008 por el GOB contra este plan que contempla entre otras la construcción de autovías entre Llucmajor y Campos, Manacor y Sant Llorenç y Paguera y Andratx. La construcción de nuevas circunvalaciones alrededor de núcleos como Sineu, Felanitx, Bunyola, Santa Margalida, Llubí o Sa Rápìta, es a ojos de los manifestantes «excesiva» y «desmesurada» y responde a «un modelo que no queremos para Mallorca», explicó ayer la portavoz del Gob, Margalida Ramis.

El colectivo ciudadano se ha reunido en las últimas semanas con los representantes del PSOE y del Bloc con la intención de evitar que vuelvan a votar, como ya lo hicieron en diciembre de 2008, a favor de un modelo de carreteras «que tendrá importantes consecuencias ambientales, sociales y paisajísticas» y que hasta ahora se ha aprobado por unanimidad.

No obstante en la marcha de ayer participaron a título personal regidores de PSM, ERC i Esquerra Unida de diferentes puntos de Mallorca que quisieron dar con su presencia apoyo al movimiento cívico y ciudadano.

«Aunque no han respondido oficialmente a nuestras alegaciones sabemos que tienen la intención de cambiar algunas cosas pero sabemos que no habrá modificaciones sustanciales para cambiar un modelo que no compartimos», dice la portavoz del Gob, que advierte que el Plan de Carreteras «pretende convertir Mallorca en un área metropolitana de Ciutat».

El lugar elegido para la primera marcha de protesta no fue aleatorio. Precisamente el Govern balear autorizó hace ahora una semana la urgente expropiación de terrenos que permitirá ampliar la carretera de Inca a Caimari que pasará a tener 11 metros de anchura en el tramo que separa Inca de Selva y 9'5 metros entre Selva y Caimari. Está previsto que las obras de reforma y ampliación comiencen este mes al entender que la actual carretera representa un grave riesgo para el tránsito dado el alto volumen de tráfico que tiene, principalmente los fines de semana al ser el principal punto de acceso a Lluc.

El proyecto inicial de ampliación de esta carretera ha sido recortado ligeramente después de que ecologistas, vecinos y el propio Ajuntament advirtieran de que la propuesta inicial destruía parte del Camí Vell de Inca a Lluc.