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El alcalde de Capdepera, Bartomeu Alzina, ha dado un paso adelante para desbloquear la paralización del Ajuntament e intentar reconducir la situación económica de la administración municipal. El equipo de gobierno, en minoría, ha tenido que reaccionar ante la amenaza de la oposición (PP, EU-EV,Es Grup), que hace una semana cerró las puertas al diálogo exigiendo que se cumplieran una serie de medidas financieras para sentarse a negociar. No ha sido con toda la oposición, pero si con la suficiente.

Tras una serie de reuniones ha sido posible volverse a sentar con el regidor de es Grup, Mateu Melis. Ayer llegaron a una serie de acuerdos con el objetivo de aprobar los presupuestos.

El Ajuntament quedó paralizado de hecho cuando la oposición, en bloque, registró un documento la semana pasada exigiendo una serie de condiciones como la aprobación de unos presupuestos, que se devolvieron los préstamos, que se redujera el gasto y que se llevara a cabo una auditoría externa.

Alzina y Melis acordaron que es Grup presentará los presupuestos de 2010 puesto que este partido anunció en el mes de septiembre que apoyaría estas cuentas siempre y cuando el mismo día se aprobaran.

El documento también exigía una auditoría para conocer la situación real del Ajuntament . Así el alcalde se comprometió a encargar una auditoría para que «este documento ayude a tomar las decisiones más adecuadas para los ciudadanos de Capdepera».

Con respecto al retorno de los préstamos, por el momento, según expuso Alzina, «no se devolverán puesto que no hay liquidez y se ha de pagar los proveedores».

Ambos políticos coincidieron en que «se tendrán que hacer esfuerzos importantes de contención».
También quisieron destacar que las reuniones mantenidas hacen prever que se llegará a una estabilidad económica.
Respecto al cambio en la Alcaldía, no quisieron hacer declaraciones.