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Después de dos semanas de meteorología inestable y lluvias, el sol regresó ayer y benefició a las ferias que estrenan la temporada de otoño, entre ellas la de Alcúdia. Miles de personas recorrieron las calles y espacios donde se ubicaron los tenderos, los artesanos o las exposiciones de animales. El éxito fue rotundo, prueba de ello es que la cola de vehículos que hacia las doce del mediodía esperaba para entrar al pueblo llegaba hasta la rotonda que desvía el tráfico hacia el muelle y Can Picafort.

 

Uno de les espacios que más visitantes captó fue el destinado a la exposición de animales. Más allá de las tradicionales muestras de caballos, ovejas, cabras y otros animales característicos de la ganadería mallorquina, también se exhibieron serpientes, cocodrilos y otras especies exóticas. Justo al lado, se llevaba a cabo el majestuoso concurso de enganches, que organiza la Associació de Criadors de Cavalls de Pura Raça.

 

Sin embargo, las muestras no se limitaban a lo tradicional. También se exhibieron motos de trial indoor, vehículos y equipamiento militar y los últimos modelos de coche-radar de la Guardia Civil. La Fira de Alcúdia se caracteriza, entre otras cosas, por su variedad.

 

La casa consistorial fue el punto donde se encontraron las autoridades antes de realizar el recorrido por la feria. El alcalde de la ciudad, Miquel Ferrer, y el resto de concejales estuvieron acompañados de tres consellers del Govern (Franesca Vives, Miquel Àngel Grimalt y Carles Manera) y de una nutrida representación de alcaldes de municipios cercanos.