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Los cossiers de Alaró sólo bailan dos veces al año. La primera es el último sábado de mayo, en la barriada de Los Damunts, coincidiendo con la festividad de la Mare de Déu de ese mes. La otra, es el día de Sant Roc -ayer-, patrón del municipio.

La jornada comenzó con un recorrido por el pueblo que llevó a los cossiers a danzar ante las casas de cada uno de sus miembros y que acabó con un último baile ante la casa del alcalde.

Luego, tal y como manda la tradición, los cossiers se desplazaron hasta l'Avinguda para inaugurar las ancestrales carreras del Cós, disputando la primera carrera. No en vano, la palabra 'cossier' es un derivado de 'cós', que significa «lugar donde se disputan las carreras».

En Alaró, la tarde del día de Sant Roc comienza con otro recorrido, en el que los cossiers pasan a recoger al rector (en su casa) y a los regidores (previamente reunidos en la casa consistorial) para acompañarlos hasta la iglesia, donde se celebra la misa solemne en honor al patrón. Allí los cossiers bailan l'Ofrena. Al finalizar, también participan en la procesión de Sant Roc.

Como ya sucedió el año pasado, el baile ante la casa del alcalde se convirtió en un sentido homenaje a Mestre Perico, el único superviviente de la colla de cossiers que danzó en 1939, el año en que la tradición se interrumpió y que no se recuperó hasta hace unos quince años. Mestre Perico fue invitado a participar en la danza 's'Embull'.