El puerto de Sóller tiene un total de 605 amarres, de los cuales 30 son de tránsito para estancias cortas.

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Los puertos de gestión directa del Govern de les Illes se encuentran este verano al cien por ciento de ocupación. Es más, sin datos aún hasta que concluya el verano, la tendencia es que el uso de los amarres públicos aumenta cada año. Así se detecta en los puertos de Cala Figuera (Santanyí), Cala Rajada (Capdepera), Colònia de Sant Jordi (ses Salines), Pollença, Portocolom (Felanitx), Porto Cristo (Manacor), Sóller, Andratx, Cala Bona (Son Servera) y Portopetro (Santanyí), en Mallorca, cuya gestión depende de la empresa pública Port de les IIles Balears, adscrita a la Conselleria de Medi Ambient. La realidad es que, en estas instalaciones, la crisis económica no se ha apreciado.

Manuel Patiño, vicepresidente de Ports, destaca el incremento tanto en movimientos como en ingresos en los diez puertos, sobre todo teniendo en cuenta que en el primer año de legislatura se crearon 1.000 nuevos amarres entre todos los puertos de las Islas, de los que 567 son fijos y 433 temporales, que se retiran pasado el verano.

Amarres temporales
Los puertos de Sóller, Portocolom, Andratx y Pollença son los más solicitados por los navegantes en temporada estival, y donde se han instalado más amarres temporales. «Se han creado más amarres y la demanda sigue siendo superior, por eso continuaremos con la línea de habilitar más atraques estacionales y montar instalaciones flotantes», asegura Manuel Patiño.

«En estos puertos -agrega- es difícil que haya amarres libres, aunque haya más de tránsito para estancias breves en el puerto. En los que no tienen ninguno de tránsito como Portopetro, aún es más complicado».

Las reservas 'on line' están funcionando muy bien. De hecho, la mayor parte de las reservas ya se realizan por internet, con la ventaja de que se trata de «precios públicos, siempre por debajo de por los clubes náuticos o marinas».

En este sentido, el vicepresidente de Ports quiso destacar que los ingresos este año serán superiores al anterior. Hasta ahora, la explotación de la empresa pública era deficitaria, es decir, los ingresos eran inferiores a los gastos corrientes. «Ahora mismo, dejando aparte las inversiones, los ingresos ya son superiores a los gastos», explica Patiño. «Esto se debe a una gestión más correcta optimizando mejor los recursos. La creación de los mil amarres supone un incremento de los ingresos y, además, se controlan mejor los gastos».

El objetivo de Ports es seguir ordenando las dársenas para obtener más amarres. En Sóller, recuerda, tan sólo con la ordenación del puerto se consiguieron 50 amarres más. La previsión es que en el segundo año de legislatura se hayan creado más amarres: «No serán tantos como en el primero, pero serán bastantes. Pretendemos que finalmente la explotación de la empresa sea totalmente autónoma».