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En los últimos meses las quejas de vecinos de distintos núcleos urbanos de Calvià han ido aumentado. Los residentes plantean los problemas que surgen en el día a día, pero en la mayoría de casos no reciben respuesta por parte del Consistorio, evidenciando de continuo la dejadez por las problemáticas vecinales.

En el pleno de junio el concejal socialista Juan Recasens formuló las quejas y peticiones que le hicieron llegar los vecinos de Son Caliu en Palmanova. Entre las que estaban pedir si se replantará la misma cantidad de árboles en la calle Valencia que había antes de que los quitaran para trabajar en la colocación de las mamparas antisonido, manteniendo así el compromiso adquirido con los vecinos, «que de momento no se cumple». También piden que en la misma calle pongan bandas disuasorias para moderar la velocidad al haber un parque infantil. Algunos vecinos han visto ratas en las inmediaciones del parque infantil por lo que solicitan las medidas oportunas. También denuncian el abandono de vehículos, como el caso de una furgoneta «que no fue retirada durante más de 8 meses».

Vecinos de Peguera denuncian asimismo la lamentable imagen del punto verde la calle Dragonera, saturado de basura y residuos.
En Calvià Vila los residentes de la zona de es Pontent hace unas semanas mostraron su indignación cuando se procedió a asfaltar las calles afectadas por las obras de canalización, y su sorpresa fue cuando los obreros sólo colocaron el asfalto líquido y se marcharon diciendo que volverían en dos días dejando la tarea a medio terminar dificultando el acceso de los vecinos a sus casas.