En el rastro de los domingos, los curiosos se pueden encontrar con el objeto más inverosímil.

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El tiempo de crisis económica por la que pasa la sociedad actualmente se refleja en todos los lugares. Así, el rastro que se celebra todos los domingos en la calle Puresa y la plaza de sa Font Vella no es una excepción y el número de puestos de venta eventuales se ha duplicado en las últimas semanas.

Mientras que durante el mes de agosto del año pasado sólo se contaban entre siete u ocho puestos de venta en el rastro, durante las últimas semanas ha habido 25 puestos que se han colocado para vender los objetos más variopintos que sus amos ya no utilizan. A pesar de este gran aumento, los puestos de venta de fruta y verdura que también se instalan en la plaza des Bestiar cada domingo por la mañana se mantienen en 35.

El regidor de Mercat del Ajuntament, Felip Jerez, explicó que «debido a las obras que se ejecutan en la plaza des Bestiar se ha tenido que trasladar el mercado de los domingos y el rastro a la calle Puresa, la plaza de la Font Vella y la calle Rentadors lo que permite colocar a más vendedores porque se ha aumentado el espacio del mercado». Además Felip Jerez también dijo que «se ha procurado que todos los puestos de venta de verduras y frutas estuvieran en la zona de la sombra porque la comida no puede estar toda la mañana a pleno sol».

De esta manera, el funcionamiento del rastro y del mercado de los domingos ha cambiado con la nueva ubicación. Los curiosos y los amantes de los artículos de segunda manos que cada domingo se pasean por el rastro inician el recorrido por la calle Puresa para salir de la zona de mercado por la calle Rentadors donde se encuentra con los puestos de venta de fruta y verdura.

Mercado semanal
A pesar que el mercado del rastro de los domingos ha pasado de una ocupación lineal de unos 29 metros a unos 68 metros ocupados, el mercado semanal de los jueves no ha padecido ningún aumento sino que ha disminuido en 22 puestos de venta de un total de 450 puestos que se colocan en el centro de la ciudad cada semana.

El regidor Jerez explicó que «los puestos que se han dado de baja en el mercado de los jueves es porque no habían abonado la cuota que deben pagar para ocupar la vía pública durante el mercado». En Inca se paga unos 100 euros por cada metro de puesto de mercado por todo el año.

Por otra parte, fuentes municipales explicaron que la mayoría de puestos de venta en el mercado de los jueves son de ocho a doce metros lineales, aunque algunos vendedores han pedido al Ajuntament de la ciudad poder disminuir el número de metros de sus puestos de venta durante el mercado de los jueves para así rebajar la cuota anual que se debe pagar.