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La festividad de Sant Marçal congregó ayer en el templo de su mismo nombre numerosos romeros vecinos de Marratxí, y otros venidos desde distintos pueblos de Mallorca. El sol brilló para esta solemnidad y el perfume de albahaca reclamaba la atención de los fieles muy cerca del templo engalanado con sus gigantescas hortensias.

El rector Toni Garau presidió la misa, y el diácono Andreu Carrió pronunció una documentada homilía sobre la vida del obispo de Limoges, abogado de todos los males.

Entre los asistentes estuvo el alcalde, José Ramón Bauzá, encabezando la Corporación, y durante el ofertorio miembros de 'Aires del Pla de Marratxí' danzaron l'Oferta, acompañados por los xeremiers.

Al finalizar la misa hubo baile de los Gegants siurells en la explanada.