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Tomando un café, de excursión, paseando, en un parque, haciendo jardinería o incluso yendo a cazar. Cualquier lugar y momento es bueno para aprender y enseñar catalán y con este objetivo unas 34 personas de Inca participan en el programa Paraula como pareja lingüística.

La representante de la asociación Paraula. Centre de Serveis Lingüístics, Pilar Arnau, explicó que «en Inca el programa ha cogido mucha fuerza. Empezó hace unos tres meses con 11 parejas y ahora ya son 17 las parejas en activo». Como curiosidad, Arnau destacó que «en Inca hay muchos senegaleses en comparación a otros municipios» y añadió que «son gente con mucha capacidad de aprender porque ya hablan diversas lenguas».

Aunque desde la asociación Paraula dejan mucha libertad a los voluntarios para llevar a cabo su enseñanza y aprendizaje del catalán, Arnau manifestó que «como mínimo se deben reunir una hora a la semana durante diez semanas. En la primera reunión les facilitamos un dossier que sirve para romper el hielo del primer día, aunque lo pueden seguir utilizando el resto de sesiones si quieren».

Todos los voluntarios que ya han participado en el programa calificaron la experiencia de «muy positiva». Catalina Pou que enseña catalán a Norka López dijo que «Norka ha mejorado mucho y nuestra intención es continuar diez semanas más». Por su parte, Joan Simonet que es pareja con un senegalés manifestó que «es una experiencia muy gratificante para los dos porque yo también he aprendido muchas cosas de un país que casi no conocía».