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«No me extraña nada que las empresas miren hacía otro lado, es un desprestigio para ellos, sin seguridad jurídica no quieren invertir aquí», así lo señalaba el alcalde de Campos, Guillem Ginard en referencia a la noticia publicada ayer por Ultima Hora en la que se señalaba que la empresa hotelera suiza Kempinski no tenía ningún proyecto en Mallorca, cuando el mismo Ginard había sido quien había dado su nombre. «Me sabe mal que yo haya podido decir lo que no es, -dice Ginard- pero ellos vinieron y querían empezar de forma inmediata, tenían una empresa mallorquina para hacer las obras, y un plazo de obras de 22 meses, sólo me pedían seguridad jurídica, pero al Consell no le ha dado la gana poner la seguridad jurídica».

Para el actual alcalde de Campos esta situación a día de hoy no cambiará su situación y su postura para defender el mismo modelo que hasta ahora. «Yo tengamos inversor o no seguiré defendiendo el modelo de hotel de lujo y campo de golf, con este inversor u otro». Y añade que «mi obligación es que haya la seguridad necesaria después el proyecto y por eso lucharé para tener la posibilidad legal de construir el hotel y el golf».

Por su parte el gerente de la empresa promotora Camp de golf de Campos Son Baco S.A., Pau Bonet, señala que esta era un empresa inversora agregada a la promotora pero que sin ella se puede llevar a cabo el proyecto sin ningún problema, «nosotros no hemos cambiado nuestra postura, seguimos siendo los mismos que hace 18 años, y el dinero lo tenemos, por eso no hay que preocuparse».

Bonet achaca a la culpa a que aún no se haya construido a las trabas políticas de PSOE, y Bloc, no a la falta de inversores o de dinero.
Así tanto la promotora como el Ajuntament de Campos siguen llamando a todas las puertas necesarias para arreglar la situación jurídica para la construcción del hotel y el golf en Son Baco.