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La obra pública del Govern podría evitar el cierre de Casa Buades, junto a una reducción de empleo superior al 65 por ciento de la plantilla y la recalificación de los terrenos de la grifería en Binissalem. Según ha podido saber este periódico el Govern se podría comprometer a utilizar grifos de Teka en la obra pública que ponga en marcha a cambio de que la empresa se los venda a un precio asequible.

Las ventas de Casa Buades han caído un 29 por ciento en enero de 2009 respecto al mismo mes del año anterior y más de un 40 por ciento que en enero de 2007. Así, aunque la obra pública por sí sola no podría paliar esta situación si podría mejorarla. Por ello, las conselleries de Treball y Comerç, Indùstria i Energia están trabajando para evitar el cierre de Casa Buades y en los próximos días presentarán ésta y otras medidas a la empresa para intentar hacer viable su continuidad.

Casa Buades ha tenido resultados negativos en 13 de los últimos 19 años, por lo que su deuda asciende a 44 millones de euros, aproximadamente los beneficios del grupo Teka. El mantenimiento de la actividad de Casa Buades requiere una ampliación de capital de unos siete millones de euros, que es la deuda que se prevé para este año.

Por otra parte, hoy se retoman las conversaciones entre la dirección de la empresa y los trabajadores con la finalidad de encontrar una salida a esta situación. Sobre la mesa estará el plan de viabilidad que han elaborado los trabajadores, que contempla el mantenimiento de la actividad aunque reduciendo la plantilla más de un 65 por ciento.

Otra de las medidas que podrían compensar las pérdidas de Casa Buades es la construcción del nuevo polígono industrial y la recalificación de los terrenos en los que actualmente se encuentra ubicada la grifería.

En definitiva, los próximos diez días serán fundamentales para el futuro de Casa Buades.