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Los protagonistas de la fiesta 'Panxa Roja', los jóvenes de Campos nacidos en 1991, sabían hasta donde querían llegar. En lo alto de un palo untado con jabón colgaban algunos de los pañuelos que durante el próximo año identificará como quintos a la nueva generación de campaners.

El ritual empezó a las ocho de la tarde cuando los cabezudos y las xeremies salieron del Ajuntament de Campos en dirección a plaza de Sa Creu. Allí, el Consistorio ofreció una cena a base de tumbet al pueblo.

Mientras tanto, los que ya son oficialmente los quintos de este año se preparaban para las pruebas que sus compañeros nacidos en 1990 les habían preparado. A las doce de la noche las generaciones campaneres de 1990 y 1991 llegaron a la plaza de Can Pere Ignasi para disputarse la victoria en las pruebas que llenaban el centro del pueblo.

Los nuevos quintos no tuvieron muchos problemas para sumar fuerzas y derrotar a sus compañeros en la prueba de equipos consistente en tirar fuertemente de una cuerda. Aun así, para la generación de 1991 no fue tan fácil subir a lo alto del palo que sus predecesores se empeñaron en enjabonar una y otra vez.

Como era de esperar la nueva generación consiguió reunir todos sus pañuelos y festejó la hazaña en la verbena. Una verbena que también sirvió para celebrar el ascenso a tercera división de fútbol del Club Esportiu Campos.