Centenares de personas, sobre todo niños y jóvenes, se lanzaron al algua para atrapar algún pato de goma.

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Al contrario que ocurre en Can Picafort, la Colònia de Sant Jordi ha adaptado la tradicional suelta de patos con muy buena aceptación, ayer fueron un millar, entre nadadores y espectadores los que se acercaron a la barca desde donde se soltaban los patos de goma.

En el tercer año de la suelta de patos de goma, decenas de barcas, canoas y todo tipo de objetos flotantes se acercaron al lugar de la fiesta, lo que provocó las quejas de algunos vecinos, ya que reducían el espacio para la diversión. Fueron 75 los ejemplares de patos 'sin plumas' que se lanzaron al agua, y en, 15 de ellos había un premio seguro: un billete de cinco euros. Melones, y botellas de vino fueron los otros premios de la jornada. En la entrega de los trofeos, el presidente de la Junta de Distrito, Antoni Perelló comentaba que tal vez se tendrían que plantear realizar la suelta como se hacía antiguamente, lanzado los patos con todos los participantes encima de las rocas. Y es que la gran afluencia de gente de estos últimos años ha provocado que, tanto los patos como los otros premios sean cogidos por los que se encuentran más cerca.

Pero sin duda la suelta de patos de la Colònia, con más de 60 años de tradición lejos de polémicas ha tomado más fuerza, a pesar de que muchos esperan premios más sabrosos.