La proclamación de la Hereva Major, Lourdes Torres, y sus dos damas de honor, Caterina Muntaner y Llúcia Mas.

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Valldemossa ha dejado durante unos días la rutina del verano para vivir con intensidad las tradicionales fiestas de la beata Santa Catalina Thomàs. Modernidad y tradición convivirán estos días en el municipio más visitado de la Serra de Tramuntana.

Los actos del programa festivo comenzaron el sábado por la noche con el acto protocolario de la proclamación de la Hereva Major y las damas de honor. Del brazo del alcalde Jaume Vila, Lourdes Torres Colom tomó posesión de su cargo, al igual que las damas de honor Llúcia Mas Calafell y Caterina Muntaner. Seguidamente, fueron Els Valldemossa quienes este año tuvieron el honor de pronunciar un pregón entretenido, divertido y fresco, según los asistentes. Bernat y Tomeu Estaràs y Genia contaron anécdotas de su relación con Valldemossa y cómo se vive el día a día. Como no podía ser de otra manera, recordaron a su hermano fallecido, Rafel, con quien fundaron el grupo.

Ayer, domingo, la fiesta continuó con el ya tradicional homenaje a la tercera edad. Un centenar de mayores de 80 años estuvieron en la misa y después participaron en un refrigerio. El alcalde dio una placa a Francisca Mas Calafat, de 98 años, la más mayor residente en Valldemossa y a la centenaria Margalida Vila Torres, que nació en Valldemossa aunque ahora no reside en el pueblo. Por motivos de salud no pudo recoger su placa Antoni Adrover Pons.

A lo largo del día se celebró la Trobada de Pintors, un evento que este año constituye la novedad del programa festivo elaborado por el concejal de Cultura, Francesc Mulet. Sobre las 13 horas, participaban 42 pintores.