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Hacer ruido en Bunyola saldrá caro. El Ajuntament impulsa una detallada ordenanza que castiga los comportamientos ruidosos con multas de hasta 300.000 euros para infracciones muy graves. La normativa está actualmente en período de exposición pública tras ser aprobada por el pleno municipal.

El texto divide el municipio en varias áreas, según el nivel de ruido que se permita en ellas. Éstas van desde las áreas de silencio, que abarcan espacios naturales protegidos y equipamientos sanitarios culturales y educativos; a los espacios especialmente ruidosos, como zonas de transporte y de espectáculos al aire libre. En cada uno de estos espacios, la ordenanza prevé limitaciones y medidas para paliar la contaminación acústica.

Para desarrollar la normativa, el Ajuntament elaborará mapas de ruido que reflejen la situación del municipio y que se revisarán cada cinco años, y planes de acción, encaminados a reducir ruidos en el municipio.

De forma complementaria se fijan límites para determinadas actividades ruidosas. Así, se establece que sólo se podrán realizar obras de ocho de la mañana a diez de la noche, se limitan las actividades de carga y descarga y se regula el ruido producido por los vehículos de motor.

Entre las sanciones muy graves se recogen comportamientos como exceder en más de nueve decibelios el ruido permitido, incumplir órdenes de cierre de establecimientos o manipular los medidores de ruido dentro de los locales. Las graves, que se sancionan con 12.000 euros incluyen las denuncias temerarias, la manipulación de contadores o el uso de equipos sin permiso.