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V. MALAGÓN /J. ROSSELLÓ Fiel a su costumbre de hablar lo menos posible en los plenos, el alcalde de Calvià, Carlos Delgado, tampoco contestó en el pleno de ayer a las interpelaciones de PSOE y UM sobre el conflicto laboral en el Ajuntament. Con una veintena de representantes sindicales en el salón de plenos, ni el alcalde ni ningún edil del PP intervinieron, y se limitarán a responder por escrito en la próxima sesión, dentro de un mes.

El portavoz del PSOE, Antoni Manchado, calificó de «falta de respeto» a los trabajadores la forma en la que se están desarrollando las negociaciones, sin ningún representante político: «Sabemos que usted está muy ocupado con otras cosas, pero da la sensación de que no quieren llegar a ningún acuerdo y que están dilatando cualquier negociación para poderla vender como un logro electoral en el 2010 ó 2011», aseguró. Por su parte, el portavoz de UM, Isidro Cañellas exigió al alcalde que llegue a un acuerdo con los sindicatos, «para que esta situación se acabe de una vez».

Las protestas ante el Ajuntament se produjeron por tercera vez. Así se reunieron más de un centenar de policías locales, empleados de mantenimiento, funcionarios y trabajadores de Calvià 2000, que en esta ocasión acudieron en gran número. La protesta estuvo acompañada de un amplio despliegue policial, aunque se llegó a cortar la calle del Ajuntament y se produjeron forcejeos al intentar entrar los manifestantes en el Ajuntament. Los empleados además denuncian amenazas con expedientes si golpeaban bidones de metal e incluso que se prohibió a patrullas policiales acudir a emergencias para que se mantuvieran en el Ajuntament.