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Parece una guerra abierta. Muchos vecinos han visto cómo la revisión catastral ha supuesto un conflicto entre los equipos de gobierno y los de la oposición. Así, en Algaida, el Partido Popular, en la oposición, pidió la celebración de un pleno extraordinario para reclamar «la reducción del tipo de gravamen aplicable, a efectos de que la cuota líquida sólo se vea incrementada por el aumento del IPC».

Pero la propuesta de los regidores 'populares' encabezados por Maria Rosa Puig no prosperó puesto que, para el PSOE, «una vez tengamos la información definitiva y necesaria para saber que acordamos y las repercusiones que tendrá, estudiaremos el tema de la modificación del tipo de gravamen y sus repercusiones para los ciudadanos y para la financiación del Ajuntament de Algaida, no ahora sin todavía saber el valor catastral definitivo para el 2008», señaló el alcalde Francesc Miralles.

El Partido Popular reclamaba que la cuota líquida, o sea, lo que paga el contribuyente sólo se vea incrementada con el IPC, es decir, un incremento anual del 3'50 por ciento para el 2009, hecho que supondría que los vecinos de Algaida que este año han pagado un valor medio de 239 euros, el próximo año sólo pagarían 248 euros de media. Este hecho, según explicó el alcalde de Algaida, en una presentación en Power Point que hizo a los miembros de la oposición durante el pleno, supondría que en el 2014 el incremento interanual se dispararía hasta el 69'85 por ciento. Mientras que la propuesta de los socialistas consiste en ir aumentado esta subida gradualmente con un incremento interanual del 12'41 por ciento, hecho que no provocaría el disparatado aumento en el 2014.

Durante el debate la portavoz popular Maria Rosa Puig reiteró en varias ocasiones que su partido quería «la reducción del gravamen con el fin de que en el 2009 la cuota líquida sólo se vea incrementada con el IPC», en un momento del debate Puig señaló que «el incremento del 2014 ya lo solucionará quien gobierne entonces» hecho que aprovechó Miralles para acusar a la portavoz popular de no querer mirar por el futuro del municipio, incluso Miralles reconoció que a él le seria «más fácil aceptar esta propuesta -la del PP- y que después el alcalde o alcaldesa que haya en el 2014 ya se espavilarà».

En el debate también salió la reciente situación vivida en Llucmajor, y Puig señaló que allí los socialistas optaron por la reducción. Miralles señaló que «la situación en Llucmajor es muy diferente a la de Algaida, ya que ellos han subido el IBI para este año un 50% y nosotros lo hemos bajado un 1'84%», sentenció Miralles.

Tras la revisión, el valor catastral urbano de Algaida ha quedado fijado en 278'4 millones de euros, cantidad que se ha rebajado después de los 300 recursos presentados por los vecinos. La revisión ha afectado a 600 viviendas en urbano; 160, solares y 174 fincas infraedificadas. Sobre las fincas inedificables, se aplicará un coeficiente reductor del 60 por ciento sobre el valor catastral.