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Un año más, el municipio de Muro se llenó de vecinos y visitantes durante la celebración de la tradicional feria de Sant Francesc. El buen tiempo que hizo durante toda la jornada invitó a pasear por las céntricas calles que se convirtieron en ríos de gente que curioseaba entre los diferentes atractivos de la feria.

Una de las novedades de este año ha sido la recreación de un típico huerto mallorquín en el Claustre del Convent donde se podían contemplar todo tipo de herramientas de campo antiguas. También en el Claustre se podía admirar la Mostra d'Artesania, que este año ha llegado a su XXI edición.

Justo al lado del concurrido Claustre, en la plaza del Convent, los visitantes se quedaban boquiabiertos observando tres grandes figuras en forma de siurell. Se trataba de otra de las novedades que presentaba la edición de este año que consistía en una composición de jardinería y escultura.

En las calles Santa Ana y Joan Carles I, se expusieron los concurridos puestos de feria y una amplia exposición de automóviles donde los amantes del motor contemplaban las últimas novedades de los vehículos.

La exposición de motos y coches antiguos compartía escenario con el mercado de frutas y verduras que se instaló en la plaza Comte d'Empúries.
Ya en la avenida Santa Catalina y un poco más apartado del centro de la feria, los vecinos y visitantes contemplaron la amplia exposición de animales que llenaba toda la avenida mientras que los más pequeños disfrutaban dando una vuelta por los alrededores montados en unos divertidos ponis.