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V. M. L. La reserva natural del Puig de Galatzó se ha convertido en zoológico. De esta manera, la dirección aspira a reforzar el papel de la fauna en la zona. El gerente del centro, Marcos Buades, explica que en los últimos meses el parque ha adoptado esa nueva categoría y que aspiran a aprovecharla para fomentar la vertiente educativa de la reserva y ampliar las especies animales presentes, en especial hacia fauna ibérica.

Buades explica que aspira a aumentar el número de colegios que asisten de lunes a viernes a la reserva. Actualmente lo hacen uno o dos grupos al día. Además de los escolares, hay otros grupos cuya presencia está aumentando en el Puig de Galatzó: los de grupos de motivación. Se trata de empresas que durante dos o tres días preparan actividades para reforzar equipos entre sus empleados. Durante ese período, el Puig de Galatzó organiza una serie de actividades que van desde recorridos en mountain bike a lanzamiento con arco, tiro con carabina u orientación. Algunas empresas, como McDonalds, ya han hecho uso de este programa para sus ejecutivos.

El parque mantiene como actividad principal los recorridos por la zona. La reserva se encuentra a un par de kilómetros de Puigpunyent, y engloba 250 hectáreas que abarcan toda una vertiente del Puig de Galatzó. De hecho, hubo un momento en el que estuvo unida a la finca pública que ahora es propiedad del Ajuntament de Calvià. El recorrido, de alrededor de un poco menos de cuatro kilómetros de longitud transcurre entre cursos de agua y miradores. Además, se pueden ver animales como osos, emus, cabras, muflones y mapaches. Al final del descenso se encuentra la zona de descanso, donde hay habilitado espacio para hacer barbacoas y se puede asistir a un espectáculo con aves rapaces. La reserva también organiza actividades de aventuras, como tirolinas o paso por puentes tibetanos.