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De los alcaldes que gobiernan con mayoría absoluta en Mallorca de los dos grandes partidos, sólo uno vio como su formación perdía el domingo en el municipio que gobierna: el primer edil de Calvià, Carlos Delgado. Sólo diez meses después de ganar al PSOE por 2.747 votos se han vuelto las tornas y el PP ha perdido por más de 700 votos. De hecho, si el domingo se hubieran celebrado unas municipales, los socialistas gobernarían con mayoría absoluta y once concejales, y el PP estaría en la oposición tras perder un edil. El PSOE habría ganado tres regidores. Para el Senado, ninguno de los candidatos del PP llegó a los 7.600 votos, frente a los más de 8.000 del Congreso.

En la derrota del PP en Calvià influye un factor por encima de todos: la participación. Teniendo en cuenta las seis últimas convocatorias electorales, el Partido Popular ha ganado en dos y el socialista, en cuatro; para el PP han ido las generales del 2000 y las municipales de 2007 y para el PSOE las locales de 1999 y las dos últimas legislativas: 2004 y 2007. En las municipales de 2003, el PP ganó más de 2.000 votos y se alzó con la Alcaldía, pese a que el PSOE fue la fuerza más votada por apenas 270 votos. En todas ellas, se aprecia una pauta: siempre que la participación se ha aproximado al 70% se han impuesto los socialistas. Hay una excepción, los comicios municipales de 1999, donde Margarita Nájera logró su última victoria. Votó un 57% del censo y el PSOE aventajó en más de dos mil votos al PP que encabezaba Pedro Cantarero. El pasado domingo, los socialistas movilizaron a sus electores en Calvià y barrieron literalmente al PP en zonas tradicionales del PSOE, como Son Ferrer y Galatzó, donde prácticamente doblaron a los populares.