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GAM El día primaveral de ayer favoreció notablemente la concurrencia a la XXIV edición de la Fira del Fang. Si el sábado, a decir de los expositores, «fue un día flojo», ayer en cambio se vio superado con creces tanto por la afluencia de público como por interés en género específico con las consiguientes ventas. Cabe decir que el mercado artesano organizado a raíz del Dia de les Illes Balears restó asistencia e incluso algunos talleres artesanos tuvieron que dividir sus fuerzas para poder asistir a ambos eventos.

Según las cifras de la organización por la mañana pasaron entre siete y ocho mil personas, mientras que por la tarde el número bajo hasta las cinco mil. En cualquier caso, el ánimo es positivo, y las expectativas de artesanos y talleres frente a los próximos días son totalmente favorables.

Además de los productos típicos de barro como ollas, greixoneres y los ancestrales siurells, el visitante puede encontrar muchos otros objetos. Es el caso de las amplias ollas para cocidos decoradas de Cardedéu (Barcelona), la cerámica naïf y de alegre colorido de Puerto Lumbreras (Murcia) o los decorados clásicos castellanos de la cerámica de Puente del Arzobispo (Toledo) con motivos de caza o del Quijote.