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La aparición de un buey muerto de unos 500 kilos en unas rocas junto a la playa de Cala Millor, previsiblemente arrastrado por la marea, causó ayer una gran expectación en el núcleo costero. Las tareas que tuvieron que llevarse a cabo para retirar el cadáver del animal, se prolongaron durante horas y el Ajuntament de Son Servera siguió un estricto protocolo para cumplir a rajatabla las normas marcadas por la Conselleria d'Agricultura.

El procedimiento fue seguido con atención y sorpresa por parte de los turistas o vecinos que se encontraban en el lugar y que no daban crédito a la «extraña» aparición.

Por la mañana, unos turistas que se paseaban por el paseo marítimo de Cala Millor descubrieron al animal que yacía sobre las rocas y de inmediato dieron aviso a la Policía Local. Ésta se desplazó hasta el lugar para comprobar los hechos y puso el tema en manos del veterinario que tuvo que acudir para practicar las pruebas pertinentes. En un principio se tenían que sacar muestras de la médula, pero al final no fue necesario.

Se barajan diferentes hipótesis. Se desconoce la procedencia del animal ya que no llevaba todos los crotales correspondientes que sirven para identificar la explotación ganadera a la que pertenece.

Se trata de un buey de raza frisona adulto de un peso entre unos 450 y 500 kilos y por el estado en que fue hallado llevaba muerto hace ya unos cuantos días. Todo apunta que salió en la playa y que fue arrastrado hacia las rocas.

Para sacar el animal fue necesario un gran camión-grua con un brazo de 30 metros.