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C.RUIZ/E. BALLESTERO/J.M. SASTRE/ La subida de tasas e impuestos municipales será la tónica de este año. Los ciudadanos se verán sorprendidos con incrementos que les será difícil de entender. Una de ellas será la tasa de tratamiento (incineración) y recogida de los residuos sólidos urbanos, es decir, la basura.

El aumento de un 26 por ciento de la tasa de incineración aprobada a finales de año por el Consell ha obligado a las administraciones locales a realizar importantes subidas, si bien no en todos los ayuntamientos repercute de la misma manera. El análisis de los datos facilitados a este diario por los consistorios pone de manifiesto que las tasas aplicadas a una vivienda urbana, dependiendo de los municipios, experimentarán subidas desde el 5 por ciento de Artà al 46 por ciento de Felanitx. Aún así pagarán más los vecinos de Artà -198'16 euros anuales- que los de Felanitx -l42-. Las cifras globales ponen de relieve que los ciudadanos de Marratxí serán los que más pagarán en 2008 por este concepto: 231 euros anuales, aplicando una subida del 28'4 por ciento. Y los que menos, los de Campanet (a la espera de otros municipios que aún no han aprobado las tasas): 63'35 euros al año, aplicando una subida del 15%. En general, destaca la disparidad de tarifas. Así un ciudadano de Marratxí o Llucmajor está pagando 150 euros más que un vecino de Campanet o Búger.

La mayoría de ayuntamientos repercuten la subida del Consell en la parte del recibo del tratamientos, pero no todos. Hay municipios que lo obvian por completo como Capdepera o Puigpunyent, otros como Alaró o Artà que suben sólo el IPC y otros casos como Calvià o Bunyola, por citar algunos ejemplos, en que en lugar de repercutir el 26 por ciento sobre las unidades familiares lo hacen sobre grandes productores de basura, léase bares, restaurantes, comercios, hoteles, etcétera. De esta forma, los ciudadanos no se ven tan afectados por esta subida. Aún así, las tarifas a pagar no son nada baratas.

También los hay que aplican linealmente la subida del Consell y aprovechan para subir también la recogida. Guillem Riera, director insular de Residuos, precisa que el 26% de subida sólo ha de repercutir al concepto de tratamiento que es el 50 por ciento del recibo, no a todo». Sin embargo, hay ayuntamientos que aprovechan para subir también la recogida y más ahora con el sistema de puerta a puerta; el coste también es más elevado. Un caso paradigmático es que, por ejemplo, Llucmajor, que ha aplicado la subida del Consell en la incineración, pero en cambio tiene una deuda contraída con Tirme acumulada desde hace años. Es decir, los ciudadanos pagan (226, en 2008), pero el Ajuntament no.

Llama poderosamente la atención también la tasa que pagarán los vecinos de Deià (205 euros, más que en Calvià que pagan 120 por vivienda). Riera explica que hay pueblos pequeños, sobre todo en la Serra de Tramuntana, que reciben mucha población flotante (turistas) que generan miles de toneladas de residuos pero que, claro, no pagan. Es el caso también de Escorca también, con la diferencia de que el Ajuntament repercute el coste en los restaurantes -pagan 1.800 euros anuales- o en otros establecimiento como el refugio de Son Amer -que abona 9.000 euros al año al Consistorio. Los vecinos, en cambio pagan 60 euros por su vivienda.