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El Ajuntament de Capdepera se ha visto obligado a buscar ayuda externa para poder hacer frente a las obras de soterramiento del cableado eléctrico. Asumir los más de dos millones de euros que cuesta soterrar las líneas en la localidad supondría una vulneración de la ley de estabilidad presupuestaria. Así lo explicó el alcalde de Capdepera, Bartomeu Alzina, que manifestó que desde el equipo de gobierno se ha solicitado subvención a los gobiernos central y autonómico para poder financiar estas obras.

«El interventor nos ha advertido de que no podemos endeudarnos más, tampoco a través de la empresa pública. No nos queda más remedio que buscar apoyo para evitar que las líneas de alta tensión sean aéreas. Por ello, hemos solicitado una subvención tanto a la Conselleria de Medi Ambient como a la de Indústria y ahora lo haremos al Ministerio de Medio Ambiente», dijo Alzina.

El anterior Consistorio creó una empresa pública con el objetivo de que se hiciera cargo del aval del soterramiento y que posteriormente se cobrará a los usuarios, según el consumo. Ahora, según el alcalde, «supondría un endeudamiento igual y estaríamos atados el resto de la legislatura sin poder llevar a cabo ninguna otra inversión».