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La crisis abierta entre las formaciones políticas de la coalición progresista que forma parte del pacto de gobierno y que ha enfrentado a PSOE e ISIB con el PSM no tiene vuelta atrás si el edil Josep Lluís Toledo no abandona el Consistorio. Lejos de producirse este extremo, socialistas e independientes albergan el temor de que Toledo pacte con el Partido Popular una moción de censura.

«Nuestro miedo no es infundado. Toledo ha dicho en varias ocasiones que no apoyaría una moción de censura, pero cada vez que lo dice crece el temor de que lo haga. Esto ya pasó en Maria de la Salut», afirmó ayer Bartomeu Morro, portavoz socialista y candidato a la Alcaldía en 2010.

La situación ha explotado ahora, pero el malestar con Toledo viene de pocos meses después de suscribirse el pacto. Los representantes de PSOE e ISIB que ayer se trasladaron a Ciutat para explicar los hechos hicieron hincapié en el documento firmado por Toledo el 25 de febrero de 2007 en el que se comprometía a renunciar la a su acta de regidor en caso de que la coalición no consiguiese un tercer regidor.

«Tuvimos paciencia al principio, pero ésta tiene un límite», aseguró Morro. La cesión de Toledo, explicaron, ha tenido su origen en varios motivos: falta de transparencia en su gestión al frente de Hacienda, falta de confianza por parte del resto de miembros del gobierno municipal, obstaculizar una auditoría contable, remitir escritos a la Sindicatura de Comptes donde Toledo se eximía de responsabilidades, así como apoyar mociones de la oposición (PP).

PSOE e ISIB aseguran que tienen constancia de que Toledo había negociado un pacto de gobierno con el PP de espaldas a toda la coalición después de haberse firmado y hecho público el acuerdo con UM y EU.