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P.M. La tarde del pasado lunes ocurrió algo insólito en Palma, que dejó boquiabiertos a padres y alumnos del colegio San Cayetano. Un grupo de estas personas, que salían del centro y se encontraban en la avenida Picasso, vieron cómo de un coche fúnebre salía por la puerta trasera una camilla con un cadáver dentro de una bolsa de plástico. Los hechos ocurrieron sobre las cinco de la tarde y fue testigo un agente de la Policía Local, que se encontraba en la zona para controlar el tráfico a la salida del colegio. El agente, que después escribió un informe, detalla que dentro de lo que es el trabajo de regulación, dio el alto a los vehículos para dejar paso a los peatones. Cuando de nuevo se dio el paso a los vehículos, uno de ellos «tratándose de un transporte funerario, al iniciar su marcha pasó por encima de un bache localizado en la calzada, justo tras rebasar el paso de peatones señalizado en la misma. Ante la sorpresa de todos los usuarios de la vía y motivado por el impacto por el paso de las ruedas por el bache se abrió el portón trasero de la furgoneta, deslizándose desde el interior de la misma una camilla con un cadáver transportado dentro de una bolsa de plástico, quedando depositada sobre la calzada. Los operarios detuvieron el vehículo y en cuestión de 20 segundos introdujeron de nuevo la camilla en el interior, ante la mirada atónita de padres y alumnos del colegio». Al ser preguntados por el policía los operarios dijeron que su jefe «ya tiene conocimiento del funcionamiento anómalo del sistema de cierre del portón».