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MARTA MEDRANO Las 110 celdas del Santuari de Lluc han colgado el cartel de «completo» durante este puente. Y es que dormir en Lluc, según explica el gerente de las celdas, Sebastià Sureda, se está poniendo de moda. Aunque aún no existe una comparativa de datos de pernoctaciones durante todo el año, lo cierto es que cada vez son más quienes deciden pasar una noche en las celdas y durante los puentes como el actual el overbooking empieza a ser habitual. De hecho, desde principios de esta semana ya no se admitían reservas.

La mayor parte de las más de 300 personas que duermen durante este puente en Lluc son mallorquinas, pero los clientes extranjeros también están aumentando. «En otoño, cuando ya no hace mucha calor y tampoco demasiado frío, es cuando vivimos nuestra temporada alta y contamos con una plantilla de 38 personas que se encarga de mantener el Santuario y las celdas en buen estado. Aunque durante puentes como este, o el de Todos los Santos ya nos había ocurrido estar al completo, lo cierto es que también han aumentado el número de extranjeros que duermen aquí en verano», explicó Sureda.

El perfil actual de las personas que duermen en Lluc no tiene nada que ver con el de los peregrinos de antaño, pues acuden muchas familias que suben en coche y que aprovechan para realizar paseos y excursiones por la Serra de Tramuntana. También frecuentan las celdas grupos de ciclistas de todo el mundo que realizan una parada, mientras recorren la Serra de Tramuntana.

En verano, en cambio, los clientes acostumbran a ser alemanes, ingleses y nórdicos que generalmente, acuden sin reserva previa y que, encantados con el paisaje, pasan allí la noche.

Al encanto del paisaje se suman los precios relativamente económicos que hacen que muchas familias mallorquinas que no salen de la Isla aprovechen para subir a la montaña y pasar tres días disfrutando del paisaje.