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Cinco años después de que el ex concejal del PSOE Pere Capó comprara un lote de piedras por valor de 162.273 euros sin concurso público y sin informar a la comisión de gobierno, las polémicas losetas están siendo instaladas en el suelo de la nueva piscina cubierta del Moll.

El Ajuntament da así salida, cinco años después de la crisis, a las polémicas piedras, que tenían que servir para la reforma de la Plaça Miquel Capllonch y que en su día provocaron una auténtica crisis de gobierno en el municipio.

La compra irregular de las piedras fue el origen de la mayor crisis del pacto de progreso que gobernó Pollença entre 2001 y 2004. Una vez detectada la compra irregular (la oposición reunió pruebas durante un año antes de denunciar los hechos), los regidores de UM y del PSM exigieron un nuevo reparto de áreas a sus socios de gobierno (PSOE) que acabaron renunciando a gestionar Urbanismo, en favor de Unió Mallorquina.

Aquello marcó el principio de la crisis del PSOE de Pollença y catapultó a Joan Cerdà (UM) al frente de Urbanismo. La gestión del hasta entonces número 2 de UM fue reconocida por los pollencins que le dieron la Alcaldía solo dos años después de la crisis.

Han hecho falta cuatro años para que el pacto de progreso regrese a Pollença. Desaparecido Pere Capó de las listas socialistas, Joan Cerdà (UM) mantiene aún las riendas de Urbanismo y la delegación del Moll continúa sin presupuesto propio.

Pero ¿qué fue de las polémicas piedras? Las losetas han resultado ser un pavimento «excelente» para ser instalado en el suelo de las instalaciones interiores de la nueva piscina del Moll, porque son antiresbaladizas, según confirmó esta misma semana el alcalde y responsable de Urbanismo, Joan Cerdà (UM), que por lo demás quiere mantenerse al margen de la polémica.