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G.VICENS Buena novillada la celebrada ayer en la plaza de la Macarena de Felanitx, en el marco de las fiestas de Sant Agustí. Lleno en los tendidos y fiesta en la arena para despedir al entrañable y veterano subalterno Isidoro Ruiz, tras cuarenta y siete años de pasear su capote por las plazas.

La presidencia obsequió al veterano subalterno con un plato conmemorativo de cerámica bajo una fuerte ovación del respetable.
Saltaron a la plaza entre la música de la banda, los novilleros Juan Antonio Valverde, de Albacete; Luis Miguel Casares, de Zaragoza, y el estudiante alicantino Gabriel Martínez, junto con el subalterno Isidoro Ruiz.

La banda de música de Felanitx, como cada año, puso la solfa a la fiesta, con diferentes pasodobles. Los primeros en salir fueron los gegants, los cavallets y los caparrots.

La novillada se inició con la faena de Juan Antonio Valverde, que vestía de grana y oro y mató el toro a la tercera estocada, el cuarto de la tarde le supuso una pobre actuación tanto para el como para lo peones, lo que descompuso al novillo.

El segundo en saltar a la arena de la Macarena fue el aragonés Casares, que vestía salmón y oro, lidió el segundo y quinto de la tarde. En su primero logró una oreja, tras la primera estocada. En su segundo, quinto de la tarde después de una buena actuación no supo rematar la faena.

Vestido de morado y oro, el joven Gabriel Martínez hizo la mejor actuación en el tercer toro de la tarde. El novillo murió a la segunda estocada y el público pidió las dos orejas para el joven novillero.

Pero lo mejor de la tarde estaba por llegar el ya famoso Isidoro Ruiz, se despedía en la plaza de Felanitx, después de 47 años de asistir a la corrida de la Macarena, eligió esta plaza para ofrecer su coleta a la afición balear.

Al salir a la arena los graderíos parecía que se venían abajo, la ovación fue espectacular. Después de unos veinte minutos de torear le dio muerte, pero la faena era lo de menos, Isidoro Ruiz, culminaba su carrera. El público le reclamó las dos orejas y el rabo pare el, petición a la que accedió la presidencia. Isidoro Ruiz Romero, dio la vuelta al ruedo a hombros y fue felicitado por una gran cantidad de público que saltó al ruedo.

Y es que Isidoro Ruiz se había convertido en uno de los personajes indiscutibles y entrañables de las fiestas de Sant Agustí de Felanitx.