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GUILLEM MAS El Ajuntament de Manacor impulsará una normativa para revisar las estructuras de los edificios más antiguos del municipio y evitar así sucesos como el del pasado domingo cuando se desplomó la parte interior de un inmueble situado en la esquina de la calle d'en Bordils y Cristòfol Colom, que data de unos cien años aproximadamente. Esta medida afectará a edificios históricos o de una cierta antigüedad todavía por determinar.

En relación al suceso del pasado domingo, el delegado de Porto Cristo, Joan Gomila, afirmó que «hemos llegado al punto de que nos vemos obligados a elaborar una normativa que revise ciertos edificios antiguos, con el objetivo de comprobar el estado de su estructura, arreglar posibles deficiencias y emitir un certificado que garantice su seguridad».

Gomila apuntó que «el pasado domingo tuvimos mucha suerte ya que con los desprendimientos no hubo que lamentar heridos, pero como no podemos depender de la suerte tenemos que adoptar medidas para que accidentes como éste no se vuelvan a repetir».

En el día de ayer, la calle Cristòfol Colom de Porto Cristo continuaba cerrada a la espera de que se retiren los últimos escombros provocados por el desplome del edificio, que ya fue apuntalado y que albergaba el bar restaurante s'Àmfora.

Informes técnicos municipales han acreditado que las paredes que conforman la fachada del inmueble en cuestión están en buenas condiciones, por lo que no se está ya en alerta ante una posible caída de su estructura.

Además, los técnicos de Urbanismo del Ajuntament de Manacor con Margalida Gelabert a la cabeza, están llevando a cabo diferentes informes sobre las causas que ocasionaron el derrumbe del edificio en cuestión y su estructura interna. Una vez acreditado el buen estado de la fachada, la propiedad del inmueble tendrá que presentar un estudio de rehabilitación del edificio.

Mientras, comerciantes y vecinos de la localidad costera seguían ayer comentando el suceso. Algunos recordaban algunas escenas de nerviosismo ante el desplome, los comerciantes más próximos al edificio afectado expresaban que a causa del corte eléctrico provocado por el derrumbe estuvieron unas siete horas sin electricidad. Otros se quejaron de que los helados se habían fundido a causa de ello.