La constructora de la piscina cubierta de Inca atribuye en un informe realizado en julio de este año a la «falta de mantenimiento» y al «desconocimiento del modo de empleo del recinto» los problemas en las condiciones de confort de la instalación y el «exceso de gasto energético». El informe atribuye a este «desconocimiento» el hecho de que la temperatura del agua esté entre tres y cinco grados por encima de lo que debería.
Asimismo, recomienda no volver a abrir la cúpula móvil y se compromete a «realizar pruebas para subsanar las deficiencias de diseño» del techo que, tras estar cerrado todo el verano, continúa generando quejas entre los usuarios por el exceso de calor.
Las reacciones al anuncio del coordinador municipal, Rafel Torres, de estudiar demandar a la empresa no se han hecho esperar. El PSOE pedirá una reunión urgente de la comisión de las piscinas y lamenta además que en la última comisión no se presentara la empresa. «Es penoso que el PP y la constructora se pasen la pelota perjudicando a los ciudadanos con su incompetencia», explicó el concejal Xavier Ramis, que recordó que ya «hace cuatro años que la deficiente construcción de este recinto da problemas».
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