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Martí Torres (PP) se convirtió ayer en el nuevo alcalde de Santa Margalida con el apoyo de los cuatro regidores de Can Picafort Unit (CPU) en virtud del pacto post electoral suscrito hace dos días y por el cual se reparten las diferentes áreas de gobierno.

Después de una legislatura especialmente polémica, Martí Torres (PP), que durante toda la campaña abogó por terminar con la crispación, lanzó ayer un mensaje a la oposición: «Pondré todo lo que esté en mi mano para tener un diálogo constante, tenemos la oportunidad de que nuestro Consistorio sea ejemplar. Os pido que nos concentremos en el presente y el futuro olvidando los enfrentamientos del pasado».

Torres tuvo un recuerdo hacia los alcaldes que le han precedido. «A Del Olmo que ha dedicado años de su vida a ser alcalde y a Aina Rodríguez que ha asumido el liderazgo en un momento difícil», explicó.

Desde la oposición, Antoni Reus (Independents) criticó duramente el pacto de gobierno. «CPU sabe pactar y gobernar, cuando la cosa va bien sabe vender que es gracias a CPU y cuando no va bien es por culpa del PP. Así hoy da una Alcaldía honorífica al PP para lavarse la cara», dijo.

Joan Monjo (UM) anunció que «el equipo de gobierno tendrá nuestro apoyo para beneficiar al pueblo y la más absoluta oposición cuando perjudiquen los intereses municipales».

Por su parte, el líder de los socialistas de Santa Margalida, Miquel Cifre, anunció en el pleno de ayer su «lealtad al nuevo equipo de gobierno, pero también la dureza y firmeza en la lucha contra la corrupción».