Jardín sobre el que cayó el poste de electricidad tras ser derribado por un camión en la calle Palma.

TW
0

JOAN SOCIES
Una vez más los desperfectos y el caos ocasionados por los vehículos pesados de gran tonelaje que se ven obligados a pasar por el centro de Montuïri, han evidenciado la necesidad de la reivindicada ronda de circunvalación de la localidad. Algunos vecinos, casi siempre los de las mismas calles de paso, están cansados de padecer cada dos por tres los continuos desperfectos en su mobiliario. Anteayer, a media tarde, un camión de carga derribó un poste de electricidad que cayó en el jardín de una vivienda. Este no fue un hecho aislado y como en otras ocasiones, el incidente provocó desvíos en el tráfico en la calle Palma, mientras los operarios de la empresa eléctrica cortaban la corriente y retiraban la viga de hormigón. Recientemente, otro vehículo también colisionó y derribó parte de un balcón de una casa.

Para dar con otro episodio similar no hay que ir muy atrás en el tiempo. Hace apenas dos meses, un camión derribó por enésima vez las columnas del jardín de una vivienda de la calle Emili Pou. El mapa de los damnificados es extenso ya que acoge las calles Ramon Llull, Emili Pou, Gaspar Oliver, sa Torre, Cossiers i Mestre Josep Porcel. Las reclamaciones de los vecinos de estas calles no son nuevas aunque siempre han caído en saco roto. A finales de los años ochenta, impulsaron una recogida de firmas para reclamar al Ajuntament de Montuïri, en primer término, y posteriormente a la Conselleria d'Obres Públiques del Govern y también la del Consell de Mallorca. Los vecinos se ven impotentes ya que estos vehículos de gran capacidad según las normas no deberían circular por las dos carreteras que cruzan el municipio, la de Palma a Sant Joan y la de Porreres hacia este mismo pueblo.

La deseada ronda de circunvalación ya está proyectada y se han comenzado a hacer las expropiaciones pero los camiones siguen circulando por el interior del pueblo y las señalizaciones prohibiendo la circulación son inexistentes. Por tanto, mientras los vecinos esperan una solución los camiones siguen circulando impunemente por las calles.