Joan Cerdà (UM) en 2006 le cedió la Alcaldía a Bartomeu Cifre (PP) en cumplimiento del pacto pos electoral que había firmado en 2003.

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J.M.S./E.B./J.S./C.R.G.
El color político de las instituciones autonómicas determinará sin duda por dónde van estos acuerdos, pero las juntas de los partidos locales serán las que decidan en último término. Y es que al final de legislatura, algunos de los pactos PP-UM han acabado como el rosario de la aurora. Otros, en cambio, han funcionado sin problemas.

Pollença
La falta de «feeling» entre los candidatos de UM y PP de Pollença, Joan Cerdà y Bartomeu Cifre, era ya más que evidente hace cuatro años. Tanto que el president del PP balear Jaume Matas, fue quien negoció directamente con el líder de UM un pacto de gobierno en el municipio. Aún así Cerdà accedió a la oferta de inversiones millonarias del PP no sin antes poner de manifiesto su aversión hacia los populares que ha recordado en reiteradas ocasiones. Más de una vez Cerdà ha explicado que difícilmente se repetirá en Pollença un pacto como el que se firmó en 2003.

Ses Salines
En la localidad del Migjorn la legislatura comenzó con un pacto entre PP (4) y UM (2) con Alcaldía popular los cuatro años. Sin embargo, tras la marcha del edil del PP, Francesc Garí al grupo mixto, se formó un tripartito con la inclusión de SU. Poco duraron las alegrías. Poco después, el PP se centró en los problemas del alcalde Sebastià Vidal con sus cuadras, y se alejó de sus socios. Su dimisión no mejoró la situación. Las relaciones entre UM y PP se fueron deteriorando a marchas forzadas hasta llegar a ser inexistentes. UM ha denunciado numerosas ocasiones la falta de información del PP en múltiples asuntos y sólo los conatos de mejora de relaciones entre polémica y polémica en el seno del PP, evitaron una ruptura definitiva.

Banyalbufar
En Banyalbufar también el pacto empezó bien, pero acabó francamente mal. La solicitud de un préstamo para hacer frente a las deudas contraídas por el Ajuntament ha acabo por enfrentar a ambas formaciones. Según UM, este crédito estaba acordado que se solicitaría desde el año 2004 en que se ejecutaron unas obras. «No podemos hacer borrón y cuenta nueva porque el tema volverá a ponerse sobre la mesa», asegura Mateu Ferrà (UM). Para el grupo conservador, «UM forzó un pleno a sabiendas de que no lo aprobaríamos».

Andratx
En Andratx, la pasada legislatura Eugenio Hidalgo, como líder de ALA, pactó durante un año aproximadamente con UM y PSOE para gobernar en el Ajuntament. Con sus más y sus menos, gestionaron de forma conjunta la administración local. Y, de hecho, se había prometido un año de Alcaldía a UM. Cuando Hidalgo decidió integrarse en el Partido Popular, prescindió de UM forzando su salida del gobierno municipal. Después vieron los escándalos urbanísticos, así que será casi imposible ver un pacto PP-UM la próxima legislatura.

Sóller
PP y UM también han acabado bastante mal y será sumamente difícil la reedición de un pacto municipal. El caso de Sóller es bastante complicado. Se suscribió el acuerdo PP-IPIS con UM-UNISO, que acabó con dimisiones internas en los partidos. UM-UNISO contaba con tres concejales, dos de UM. Uno de ellos fue expulsado del partido por infringir la disciplina, quedándose sólo Antoni Arbona, quien quedó fuera del equipo de gobierno. Con este panorama, UM y PP será complicado que se entiendan.

Son Servera, Sineu y Maria
Estos tres municipios, por contra, PP y UM son un ejemplo de buenas relaciones. En Son Servera, el PP no necesitaba a UM para gobernar y, sin embargo, lo integró en el equipo de gobierno. En Sineu, los primos Oliver han afrontado de forma ejemplar el polémico desfalco de la recaudadora Martina Gelabert. Y en Maria de la Salut han gobernado desde 2003 junto al tránsfuga Jaume Mestre (ex PSM).