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J.M.SASTRE
Los partidos de la oposición del Ajuntament de Manacor (ALM-UM, PSOE y PSM) pidieron al alcalde de Manacor, Antoni Pastor (PP), que paralice una urbanización de 333 viviendas en Cala Murada. Así mismo, instaron al alcalde a pedir informes al Consell Consultiu y al Consell de Mallorca para saber si esta polémica urbanización cumple la ley y el Pla Territorial de Mallorca.

El Ajuntament celebró ayer un pleno pedido por la oposición para pedir explicaciones a Pastor acerca de la tramitación de esta urbanización impulsada en 1991. Todos los citados partidos ven «movimientos dudosos» en los pasos seguidos.

Así, apuntaron a la «celeridad» con que en 1999 la entonces alcaldesa popular, Catalina Sureda, aprobó la urbanización días antes de acabar la legislatura; al hecho de que Pastor -ya en este mandato- desestimara un decreto de su antecesor, Miquel Riera (ALM-UM) que paralizaba la urbanización y que, ya en 2004, el mismo Pastor diera luz verde a la urbanización cuando el Tribunal Supremo aún no se había pronunciado sobre un recurso del Consell de Mallorca contra la autorización de la urbanización.