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J.M.SASTRE
El amplio abanico de partidos políticos que concurrirá a las elecciones municipales en Campos muestra, a primera vista, una diversificación del voto de centro derecha mientras que el de los progresistas y nacionalistas se reagrupa y toma fuerza. La irrupción de partidos nuevos como el Partit Liberal de Campos (PLC), el regreso en solitario de Unió Campanera (UC), puede restar votos a la coalición del Partido Popular con Convergència Campanera (CC), puesto que los dos primeros partidos llevan en sus filas a descontentos o gente que ha estado ligada de forma más o menos directa con el partido liderado hasta ahora por Andreu Prohens. De hecho, la retirada de Prohens tras doce años en la Alcaldía, es una de las novedades del panorama político. Le sustituye la joven Margalida Ginard, regidora con experiencia en el Ajuntament de Campos. Ginard se enfrenta al gran reto de revalidar la mayoría absoluta (7 ediles) y lo hace con una línea continuista. En teoría, la suma de CC debería asegurarle el concejal que logró este partido en 2003 pero entonces se presentó el ex alcalde Sebastià Roig, impulsor de un partido que nació con duras críticas a los populares. La coalición con el PP no ha gustado a las que fueran las bases de CC y esto puede pasar factura al partido.

Con este panorama, la izquierda progresista y nacionalista toma fuerza. La unión de PSM y PSOE bajo el lema «Canvi per Campos», es una de las propuestas novedosas y, de hecho, aparece en las quinielas como una de las posibles sensaciones de las elecciones del 27 de mayo. El objetivo de PSM y PSOE sería llegar a los cuatro ediles. Los dos partidos presentan al experimentado Joan Juan Pons como candidato.

Por parte de UM, su meta será aumentar los tres regidores logrados en los pasados comicios. Repite candidato con Guillem Ginard pero apuesta por una lista totalmente renovada que incluye, como número dos a Francesca Sureda, ex presidenta de nuevas generaciones del PP. Con este panorama, el PP tendrá que luchar para mantener su mayoría. En caso de no lograrlo, se abrirían muchas posibilidades de pactos post electorales en que muchos partidos podrían tener algo que decir.