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MARTA MEDRANO
Los doce propietarios de las naves modulares del polígono industrial de Can Matzarí estudian llevar a los juzgados al Ajuntament d'Inca para exigir que se reparen al menos siete de las deficiencias constructivas que han detectado desde que adquirieron los locales, hace ahora cinco años.

Desde entonces los empresarios hacen frente a las molestias derivadas de unos «acabados nefastos», según explican. Las goteras, el calor extremo en verano derivado de una cubierta más fina de lo que estaba previsto, o las inundaciones por la mala colocación de la calzada son algunas de las principales quejas que de forma reiterada los empresarios han planteado al alcalde de Inca, Pere Rotger.

Ahora un informe elaborado por un técnico estipula siete deficiencias atribuibles a la constructora de estas naves de promoción pública, Incomarsa. Entre otras cosas los pilares exteriores presentaban desconchados y óxidos, la calzada del pasaje norte tiene baches de 12 centímetros y rasantes inadecuadas que hacen que el agua se estanque, las soleras se agrietan a pasos agigantados, la cubierta tiene 2 centímetros menos de lo que debería, las tuberías de desagüe carecen de tubo de respiración provocando malos olores, y los desagües se atascan por falta de pendiente.