Antoni Pascual y Maria Antónia Munar presentaron ayer por la mañana en Pollença la candidatura de Joan Cerdà a la Alcaldía del municipio. Foto: M.N.

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E.BALLESTERO/M.NADAL
El alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre (PP-UMP), y el conseller de Patrimoni y regidor de Urbanismo, Joan Cerdà (UM-UNPI), no tardaron ayer en tirarse los trastos a la cabeza como ya lo han hecho en numerosas ocasiones en lo que va de legislatura.

El desencadenante de la disputa ha sido esta vez la anulación por parte del Govern del convenio de financiación para la construcción del teatro auditorio que el prestigioso arquitecto Rafael Moneo diseñó para Pollença. Esta vez el enfrentamiento trasciende el ámbito municipal y es que el alcalde Bartomeu Cifre (PP) acusó ayer de deslealtad política a unió Mallorquina al asegurar que no había sido informado de la visita de obra que la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, realizaba ayer por la mañana a la circunvalación de Pollença. «Le guste o no a Maria Antònia Munar yo soy el alcalde y el Ajuntament ha cedido los terrenos para esa obra», dijo Cifre.

Munar se excusó diciendo que «hemos tenido mucho lío y se nos escapó, ahora le hemos llamado para que venga con nosotros y le estamos esperando, no nos molesta para nada que venga y se pasee con nosotros. Si todo fuera esto sería fácil de resolver», dijo.

La citada espera, una vez avisado el alcalde Bartomeu Cifre, se prolongó durante cerca de media hora hasta que tras una segunda llamada telefónica el alcalde se excusó diciendo que no estaba vestido para la ocasión y que estaba ocupado en unas oposiciones. Finalmente Bartomeu Cifre (PP) se personó compañado del regidor de Medi Ambient, Joan Comas, en una segunda visita oficial de Munar a las obras de construcción del refugio del Pont Romà.

Joan Cerdà (UM) aseguró haber avisado de la visita de obra a su socio de gobierno, Bartomeu Cifre, el martes a primera hora de la mañana.

Que el ambiente está enrarezido es más que evidente y prueba de ello es que el alcalde Bartomeu Cifre decretó a primera hora de la mañana la suspensión de la tertulia que los portavoces de todos los grupos políticos realizan cada miércoles por la tarde en la radio municipal y en la que sin duda se haría hablado de la financiación del auditorio. La oposición calificó el decreto de «caciquil».