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El Tribunal Supremo de Justicia ha dado la razón al Ajuntament de Selva y no permite la segregación en 75 parcelas de la finca de Son Fuster.

En el año 1999, la comisión de gobierno del Ajuntament se opuso a conceder la licencia de segregación a la empresa Moquengui SA, propietaria de la finca de Son Fuster. El alcalde Joan Rotger explicó que «el Ajuntament no concedió la licencia porque se trata de suelo no urbanizable. Además, la delimitaciones no estaban bien definidas y el informe jurídico fue contrario a la segregación».

Después de recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia de las Balears y que se desestimase el recurso, los propietarios de la finca de Son Fuster recorrieron ante el Tribunal Superior que ha dictado la sentencia favorable para el Ajuntament.

Los propietarios de la finca de Son Fuster explicaron que querían segregar la superficie de unas 169 hectáreas en 75 parcelas, que van de los 15.000 a los 20.000 metros cuadrados para poder hacer la repartición patrimonial entre sus hijos y nietos, que son once. La sentencia dictamina que «la segregación tenía fines urbanísticos porque no se entiende que los herederos sean once y se quieran hacer 75 parcelas. Además, en suelo no urbanizable no se pueden hacer parcelas», acabó diciendo el alcalde popular Joan Rotger.