TW
0

M.M.
Desde que el pasado 29 de agosto el alcalde, Pere Rotger y el conseller d' Educació, Francesc Fiol, colocaron la primera piedra del futuro Colegio Público de Son Amonda el Ajuntament d'Inca no ha solucionado la principal deficiencia comunicada entonces por el Ibisec (Institut Balear d'Infraestructures i Serveis Educatius i Culturals). Se trata, en concreto, de la supresión de una línea eléctrica de media tensión que cruza parte del solar dónde trabajan las excavadoras.

Un hecho que el PSOE asegura puede llegar a paralizar las obras del Colegio en breve y que, además, resulta peligroso para los operarios que trabajan en el solar. «La Conselleria de Treball debería de constatar con una inspección la inseguridad con la que se trabaja allí. Además este problema ha causado un enfrentamiento entre el concejal de Urbanisme, Bartomeu Seguí y la Conselleria d'Educació ya que, actualmente, no se sabe quién pagará el coste de la supresión de esta línea », explicó el concejal del PSOE Xavier Ramis, que añadió que Seguí, en el pleno, sólo explicó que la supresión de esta línea quieren pagarla desde el Ajuntament. «Esta crisis demuestra la nefasta gestión de Urbanisme y que al alcalde, Pere Rotger, sólo le interesa cortar cintas e inaugurar en lugar de preocuparse por saber cuándo estará listo este centro, que teóricamente debía ser la solución a la grave masificación de las aulas públicas de Inca», añadió.

Al margen de esta deficiencia el Ibisec advirtió ya en agosto al Ajuntament que debía solventar toda una serie de problemas que acumulaba el solar municipal. Entre otros, faltaba dotar de servicios mínimos a la urbanización, ya que el lugar dónde se construye la escuela no está urbanizado. Cabe recordar que el PSM ya avisó antes de que empezaran las obras de los problemas que podía causar esta línea. Los nacionalistas, además, defendían otro emplazamiento para la escuela. Concretamente, al principio del camino viejo de Pollença.