La finca de Son Coll, propiedad de Becker, ha estado perseguida por la polémica desde los inicios.

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El Juzgado de lo Contencioso Administrativo ha condenado a Status Artà SL, empresa constructora de la finca de Boris Becker en Artà, a pagar una multa de 428.386 euros por la realización de una serie de obras ilegales en la mansión del ex tenista alemán.

Esta sentencia da la razón al Consell de Mallorca y desestima el recurso de alzada presentado por la constructora contra el acuerdo de la Comisión Insular de Urbanismo de 18 de junio de 2004, que aprobó aplicar esta sanción económica que es una de las más importantes de los últimos años en concepto de infracción urbanística.

Los hechos se remontan al año 2000 cuando el Ajuntament de Artà decretó la paralización de las obras que se llevaban a cabo en la finca de Son Coll al no ajustarse a la licencia. Las obras consistían en la ampliación y reforma de una vivienda unifamiliar existente donde las pérgolas se transformaron en porches con un aumento de la ocupación y volumen. Asimismo se construyó también un aljibe y una pista de tenis.

Ante la infracción el Ajuntament de Artà abrió un expediente sancionador con imposición de cuatro multas de 428.386 euros cada una. Así, una a la empresa Status Artà S.L en calidad de constructora y otra en calidad de promotora; a Boris Becker como propietario y finalmente a la arquitecto de las obras.

El Consistorio, dado que la sanción era superior a los 60.000 euros, subrogó las competencias al Consell de Mallorca.

Por su parte, la Comisión Insular de Urbanismo de 18 de junio de 2004 tomó una serie de acuerdos. Así, se impuso la sanción de 428.386 euros a Status Artà SL como constructora. Ahora bien, archivó la sanción como promotora al entender que no se pudo acreditar su participación como tal en la comisión de la infracción.