Pese a ser día laborable, mucha gente se acercó a la feria. Foto: J.S.

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Granadas, níscalos de Àvila, boniatos, dos parejas de gigantes, aceitunas, coches, ropa, productos artesanos, caquis y las paradas de distintas opciones políticas, fueron algunos de los elementos más destacados de la Fira d'Octubre de Campos. Desde las diez de la mañana se acercaron centenares de personas hasta la feria del municipio, que este año cumple 95 años, y como en cada edición desde su nacimiento se ha celebrado en día laborable.

Otro de los hechos destacados de la Fira de este año, que contó con más participación que el año pasado, fue la instalación de diferentes paradas de las agrupaciones políticas. Así, la del PSOE contó con la visita de Francina Armengol que se acercó hasta Campos para apoyar a su candidato en el municipio, Mateu Burguera. En otra parada el regidor y director insular de Cultura, Guillem Ginard, después de llevar a hombros a el Trinxeter, se dedicó a hacer los típicos buñuelos de les Verges. Otros candidatos como Joan Alou del Partido Liberal, también tenía su parada.

Los nuevos y a la vez polémicos gigantes del pueblo, madò Coloma, la collidora de tàpares, eTrinxeter, y emunyidor de vaques, salieron a bailar y a animar la feria por las calles más céntricas de la localidad, aunque en ocasiones con paso incierto al ser los portadores novatos en el oficio.

Las paradas de productos de temporada, como son las aceitunas trencades, o los esclatasangs forasters, fueron los productos más demandados. Las setas se vendían a 18 euros el kilo en una parada y en otra a 12 euros, «y estos no tienen arena», aseguraba su vendedor: «Si queréis un cesto los tendréis a un buen precio» decía mientras ya preparaba la bolsa.