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JOAN SAMPOL
Un año más, y ya van nueve, la marcha en carro de Calonge hasta el parque natural de Cala Mondragó fue el acto que dio inicio a las fiestas de Sant Miquel del núcleo urbano santanyiner, a pesar de que cayó un fuerte chaparrón momentos antes de la concentración en la plaza del pueblo que mojó a los más madrugadores y a los que todavía llegaban con sus carros a la plaza.

La gente empezó a llegar sobre las 9'30 horas con sus caballos, carruajes y todo tipo de carros, conducidos por gente de todas las edades, a pesar de que los más jóvenes se mostraron entusiasmados por poder montar su caballo o conducir su carro. Después, procedieron a uno de los momentos más importantes del día: el almuerzo.

Botifarrones, coca de verdura, pan con queso y uvas y un buen vaso de vino, proporcionaron las fuerzas necesarias para la excursión hasta Cala Mondragó, aproximadamente a unos diez kilómetros de distancia del núcleo urbano de Calonge. Mientras tanto, los propietarios de los caballos empezaron a colocar las sillas de montar y a preparar los carros para la salida.