Las paradas ubicadas en la Plaça Ramon Llull mostraban una gran oferta de gastronomía y artesanía.

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Miel, sobrasada, camisetas, motos, pantalones, plantas, coches de choque, bolsos, collares, escaleras de madera, muebles, castillos hinchables, buñuelos, pendientes, quesos, juguetes, dátiles, y así hasta tres kilómetros de productos se pusieron a la venta en la IX edición de la Fira de Setembre que se celebra en las avenidas de Manacor.

El día empezó sin nubes y con un sol de verano que ya hacía unos días que no se veía por la ciudad del Llevant. Las diez de la mañana fue la hora elegida por las autoridades para iniciar el recorrido por la Fira. El alcalde Antoni Pastor encabezaba la comitiva, junto a la consellera d'Agricultura, Margalida Moner, y la consellera insular y regidora, Catalina Julve.

La Fira que se celebró en las avenidas llegaba este año a su undécima edición. La Fira nació con la intención de los comerciantes de esta zona de la ciudad de dar a conocer sus productos y promocionarse. Por eso, ayer todos los comercios de cada parte de alameda sacaron sus mejores productos a la venta para que los miles de visitantes pudieran ver y comprar sus productos. Este año, la afluencia de público fue masiva ya que el año pasado la lluvia hizo disminuir la presencia de visitantes.

Al terminar el día los comerciantes se mostraban satisfechos del día. «Este año ha ido muy bien» o «Cada año puede ser como este», dijeron.