TW
0

GABRIEL ALOMAR
El Club Nàutic de s'Arenal celebrará el próximo día 13 de mayo elecciones a presidente y junta directiva con un total de 16 miembros que deberán afrontar los retos que plantean las pespectivas de futuro a corto plazo, como la ampliación de las instalaciones en más de 200 amarres con la apertura de una nueva bocana.

Salvador Llopis Seguí, socio de la entidad desde 1969 cuando ingresó a los 15 años, es el único candidato a presidente y entre sus objetivos principales, una vez elegido, destaca la necesidad de incentivar la participación en regatas como el Trofeo Princesa Sofía, que este año ha contado con tres campos de regatas y 350 embarcaciones adscritas al club y potenciar las competiciones europeas, internacionales y estatales, así como las escuelas de vela y la afición a navegar.

A diferencia de una marina deportiva, un club náutico, señala Llopis, es un centro donde los socios se sienten como en casa en un sentimiento común de entusiasmo y cariño por el mar y la navegación entre amigos. Nada que ver con un mero aparcamiento de embarcaciones. A tal efecto, el Club Nàutic de s'Arenal quiere incentivar los concursos de fotos, las conferencias náuticas y los relatos de aventura, las exposiciones de arte temático, la pesca, así como desarrollar las nuevas tecnologías, cuidar el medio ambiente, crear una sección de vela y piragüismo, y organizar un certamen literario para socios a partir del legado de Joan Pou Muntener.

Orígenes
Los orígenes de este club se remontan a 1952 cuando se inauguró la primera fase a partir de la desembocadura del torrente que forma la primitiva caleta de abrigo donde antaño se ubicaba un interesante conjunto de escars. Por aquel entonces las instalaciones se limitaban, al igual que las de otros puertos deportivos de la Part Forana, a un número reducidos de amarres para botes y llaüts, que hasta la ubicación de los primeros pantalanes debían permanecer fondeados. El auge turístico de la zona y el desarrollo del sector determinó en 1969 la primera ampliación con un nuevo dique de abrigo, ante la necesidad de disponer de un mayor calado. Esta configuración se mantuvo hasta 1979 en que, tras unos años de obras con la construcción de nuevo dique de abrigo y la ocupación de parte de la playa de Son Verí, adoptó su faceta actual en 1982 cuando se inauguró el local social que ahora acoge a unos 1.500 socios, de los cuales más de la mitad son senior.

Profesionalidad
«Regir los designios de nuestro puerto requiere una gran dosis de profesionalidad. Se trata de buscar un equilibrio a medio camino entre la satisfacción y la supervivencia», indica el programa electoral. En este sentido, Llopis señala, en el deseo de hacer un club dinámico, moderno y actual con amplia participación y debate, suscita especial preocupación el cambio de bocana, con la gran remodelación que ello implica por la construcción de nuevas explanadas de varadero y pantalanes al objeto de financiar las obras. Se trata de un ambicioso proyecto cuya decisión deberán tomar los socios en asamblea considerando la Ley Estatal de Costas de 1988 y la de Puertos de 2005.