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JOAN RIERA
Casi un mes después de haberla solicitado en el Ajuntament de Santa Maria, el Consell todavía no ha recibido la documentación referida a la planta impresora Omniprint, donde se edita el diario «El Mundo» y sobre la que pesa una denuncia por infracción urbanística. El Consistorio tiene un plazo de quince días para remitir estos papeles a la sección de Disciplina Urbanística del Consell.

El lunes pasado había mucha preocupación en el Consell, ya que «no es normal que frente a una denuncia de estas características el Ajuntament implicado se retrase tanto en enviar la documentación solicitada, o al menos que avise oralmente de cuándo será enviada», indicaron fuentes de la institución.

Fuentes oficiales del Ajuntament consultadas ayer por este diario aseguraron que «no hay ningún problema» y que esta documentación estará hoy, miércoles, a disposición de la institución insular, la cual investiga si es cierto, según la denuncia presentada por el concejal de Llucmajor Joaquín Rabasco, que la planta Omniprint, situada en el polígono de Son Llaüt, es ilegal, ya que tiene 17 metros de altura cuando el máximo permitido es de diez, y también si es cierto que no tiene licencia urbanística ni de apertura.

La respuesta del Ajuntament fue que «la alcaldesa Rosa Vich se ha marchado unos días de vacaciones y cuando se fue dio la orden de que se remitiera la documentación. El retraso ha sido por motivos técnicos, porque era necesario hacer unas copias. Pero el miércoles el Consell tendrá los documentos».

Ahora queda por ver si la institución insular emprenderá acciones ante la ilegalidad flagrante de esta planta impresora, que con sus 17 metros de altura supera al campanario de la iglesia del pueblo, que tiene 15.

Si es el Ajuntament el que actúa por infracción urbanística, el Consell tiene que esperar a que éste resuelva el expediente. Si el Ajuntament no actúa, o no lo hace en la manera conveniente, es el Consell el que tiene potestad para emprender las acciones pertinentes, y lo más lógico es que empiece con una inspección para comprobar si es cierto que la planta tiene siete metros más de lo permitido. El edificio desarrolla esta altura en buena parte de su estructura y no en una pequeña parte suplementaria o auxiliar.

Omniprint es propiedad de la empresa editora de «El Mundo» y del grupo turístico de Gabriel Barceló.