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El presunto desfalco millonario de las arcas municipales de Sineu, que podría ascender a 400.000 euros, generó ayer muchas preguntas entre los políticos y periodistas que acudieron al pleno. Para acabar con la tensión generada en el pueblo con este caso, el alcalde Josep Oliver (PP) anunció ayer que convoca hoy a las 20:30 horas al pueblo en el Teleclub para que los vecinos conozcan los resultados de la auditoría del posible desfalco. El alcalde acudirá acompañado por el regidor de Hacienda y tesorero, Guillem Fuster (UM), que el pasado mes de noviembre empezó a estudiar los movimientos de la cuenta de la que se sustrajo el dinero sin la firma autorizada por el mismo, que era el titular de la cuenta. Se sospecha que el posible desfalco fue realizado presuntamente por una funcionaria encargada de la recaudación de impuestos del Ajuntament.

Así, el Ajuntament decidió iniciar la auditoría después de descubrir que la cuenta de recaudación estaba al descubierto. Previamente, el alcalde popular conocía la existencia de esta cuenta bancaria, pero fueron los números rojos de la cuenta los que alarmaron a los políticos que decidieron iniciar esta auditoría. «Se inició un control de las cuentas desde el año 1999 y fue entonces cuando descubrimos cosas», dijo. En este sentido, el alcalde señaló ayer que el banco Crèdit Balear es una parte afectada, pero siempre ha facilitado información y documentación al Ajuntament para estudiar este caso. Según explicó el alcalde, el Ajuntament recibió ayer tarde la auditoría, que fue estudiada por el secretario accidental del Ajuntament, Dámaso Ybáñez. Hoy el alcalde se reunirá con el instructor, que será el responsable de dar validez a la documentación y de investigar el caso, que seguramente acabará en los juzgados, tal y como apuntó Josep Oliver. Previamente, el instructor dará un tiempo a las partes implicadas para que puedan presentar alegaciones.

Al conocer la respuesta del alcalde sobre la inminente reunión con los vecinos, Sineuers Independents, en la oposición, señaló que «creemos que tal vez es muy precipitado. ¿No sería mejor dar un tiempo?». A todo ello, el alcalde se quejó diciendo que «ellos encuentran que es demasiado rápido informar ahora al pueblo, pero en cambio ellos fueron los primeros en desmarcarse y presentar una demanda ante el juzgado». «Los vecinos tienen derecho a saber lo que pasa. Daremos los datos al pueblo y el instructor hará lo que más le convenga», añadió Oliver, que vive unos días de mucha tensión a causa de la importancia del caso.