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El conseller de Medi Ambient, Jaume Font, y el alcalde de Sóller Carlos Simarro y el de Fornalutx, Joan Albertí, pusieron ayer la primera piedra de las obras de ampliación y mejora de la depuradora de la Vall, un proyecto que acabará con la contaminación de las aguas del Valle.

El acto tuvo lugar en el mismo escenario que durante los próximos quince meses verá modificada y mejorada sustancialmente las instalaciones existentes, y en las que se verá afectada también una parcela adjunta propiedad del ayuntamiento de Sóller.

La actuación tendrá un coste de casi tres millones y medio de euros, que servirán para la instalación de dos nuevas líneas de tratamiento de aguas residuales, así como también la incorporación de un tratamiento fisicoquímico de emergencia, entre otras mejoras, y que convertirán la estación depuradora de Sóller en «una de las mejores tecnológicamente hablando», según palabras del propio conseller Jaume Font.

Por su parte, el alcalde de Sóller, Carlos Simarro, destacó que «la reforma evitará la contaminación del subsuelo», sin olvidarse de dar su agradecimiento público al Govern por llevar a cabo el proyecto, del que también se verán beneficiados los vecinos de Fornalutx. Una vez estén concluidos los trabajos de mejora, la planta depuradora de Sóller podrá dar servicio a una población de unos 25.000 habitantes durante la temporada alta y de poco más de 14.000 mil durante la temporada baja.