El tránsfuga Joan Thomàs, en el transcurso de un pleno, tras abandonar Unió Mallorquina.

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J. ROSSELLÓ/P. AGUILO MORA
La titular de la sala sexta del juzgado de primera instancia de Palma, Sonia Vidal, dictó el pasado lunes un auto en el que da por admitida a trámite la demanda de juicio ordinario presentada por Unió Mallorquina (UM), el 21 de diciembre de 2005, contra el ex edil nacionalista y tránsfuga Joan Thomàs Quetglas.

Asimismo, en un exhorto adjunto al auto, la magistrada instó también el lunes al juez de paz de Calvià, Juan Alemany, a que «sin dilación» entregue a Thomàs una cédula de emplazamiento en la que se insta al tránsfuga a comparecer en los juzgados de sa Gerreria antes del próximo 8 de febrero, «para contestar a la demanda presentada contra su persona por Isidre Cañellas, Yolanda Tomás, Matías Cantarero, Sebastià Genovard y el partido político Unió Mallorquina».

Según el documento de denuncia redactado por el abogado Tomás Ques y el procurador Jesús Molina, los demandantes solicitan al juzgado de primera instancia que -teniendo en cuenta que el pasado 27 de julio el edil Joan Thomàs abandonó la disciplina de UM si devolver su acta de concejal al partido que le catapultó hasta el pleno del Ajuntament de Calvià, convirtiéndose así en un tránsfuga-, sentencie que Thomàs incumplió las obligaciones y quebrantó el compromiso que, junto a sus demandantes, asumió el 19 de mayo de 2003 cuando firmó, de «forma libre y voluntaria», un contrato de fidelidad a UM y en consecuencia le condene a abonar al partido los tres millones de euros que el acuerdo estipula en concepto de los daños ocasionados por el incumplimiento del mismo.