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El proyecto del mercado cubierto de Inca, que se empezó en verano, avanza a buen ritmo y estos días se están llevando a cabo los preparativos de la excavación de cuatro plantas, que es la fase más complicada de esta obra. Este proyecto, en el que se invertirán aproximadamente 7 millones de euros, es la «obra estrella» de esta legislatura de Pere Rotger.

Por ello, sorprende que todavía muchos inquers desconozcan exactamente cómo quedará este nuevo espacio en el centro de Inca, en el que se ha previsto ubicar tres plantas soterradas de aparcamiento, una planta soterrada con el supermercado Mercadona y, en superficie, un edificio municipal y el mercado tradicional con espacio para una veintena de puestos de venta permanentes que estarán a cubierto.

La opinión sobre este nuevo espacio a pie de calle es diversa, aunque la mayoría de gente reconoce que será una buena solución a la necesidad de aparcamientos en el centro, que, al resolverse, hará que comprar en Inca resulte más cómodo. Son muchos, sin embargo, los partidarios de que en superficie se habilite una gran plaza ajardinada sin construcciones.

A este debate que existe a pie de calle se ha sumado recientemente el grupo municipal del PSM, que está realizando encuestas entre algunos vecinos. Según el concejal Antoni Rodríguez, que ha llevado a cabo el sondeo, «los aparcamientos son imprescindibles», pero no así el supermercado. «Hemos planteado al alcalde en el pleno la necesidad que existe de dejar una gran explanada en el centro. Una vez se ha demolido el antiguo edificio muchos vecinos se muestran partidarios de redefinir este proyecto», dice.